Ya empezaron las cosas a ponerse “feas”, empezaron a
surgir indirectas de que ella conmigo no tenía que estar, que yo soy una chica,
que ella no es lesbiana, que no lo tiene claro, que esta confundida.
Yo me lo temía que eso ocurriría, tarde o temprano, pero iba a suceder. La
aceptación, o no aceptación. Por desgracia, no fue aceptado.Ya lo sabéis, pero ella es heterosexual (ahora no, pero en su momento si) y claro, en parte entendía que fuera una sorpresa bastante fuerte para ellos, ya que creo que era lo último que se esperaban.
Al principio era todo bastante “light”, con eso vengo a referirme, pues, que no querían que estuviera conmigo, pero se podía “aguantar”. O eso parecía.
Ahora me traslado ya ha el mes de Enero, un mes después de todo.
Nosotras seguíamos juntas, a medida que pasaban los días, se iba aceptando cada vez menos, aunque podría haber sido al contrario, pero no, no fue así. Pasamos todas las navidades distanciadas, no nos podíamos ver, “obvio”, y en cuanto volvimos al cole estaba loca por verla.
Un día 14 de Enero, podía parecer un día cualquiera. Pero os aseguro, que iba a ser uno de los peores de nuestras vidas.
Salimos del colegio a las 13.35, como cada día, y nos dirigimos a comer. Comimos, y a las 14.40 aproximadamente, llego ella. Recuerdo perfectamente que ella iba con una sudadera Adidas negra y rosa, y yo con chaqueta Adidas negra.
Estaba ella sentada encima de mí en un banco de delante del colegio, estábamos con el grupo de amigos. Pero una llamada, era lo que iba ha convertir una relación en un infierno.
Era su madre, que aquella tarde no iba a la escuela, que tenían que hablar.
Me flojeaban las piernas. Era hora de entrar a la escuela, me flojeaban las piernas. Me esperaban por delante dos eternas horas, dos horas que iban a pasar lentísimas.
Finalmente sonó el timbre que indicaba que habían finalizado las clases por hoy, salí corriendo a por mi amiga Sandra, cogimos la mochila del colegio y de deportes de ella, y nos disponíamos a ir a entregársela.
Al salir, vi que estaba ella con su madre. Que me hizo una señal con la mano, como para que fuera para allí. Mientras mi novia, me hacía otra señal negándome que fuera.
- ¿Que plan tienes con mi hija? Me dijo.
No entendí muy bien que me quería decir, sinceramente, estaba tan nerviosa y cagada hablando mal, lo siento, que no lograba entender nada.
Vi a mi novia con la cara descompuesta, de haber llorado, y era todo demasiado irreal.
-¿Cómo que qué plan, a que te refieres? Contesté confusa.
Después de ahí, os prometo, que si os soy sincera, no recuerdo nada.
Lo último que recuerdo es:
-Si la quieres déjala en paz, déjala tranquila. Esta confundida, ella no sabe lo que quiere. No es como tu, tu la estas confundiendo. No la vas a volver más. ¿Déjanos tranquilos, vale?
Y yo le dije:
¿Pero tu me quieres, o estas confundida?
Mi novia asintió, que ella estaba enamorada de mí. Que no estaba confundida.
A lo que volvió a “interrumpir” la madre, diciendo que no, que estaba confundida.
Así tal vez, puede parecer una conversación súper cordial, súper pacífica, pero creerme que no.
Ahora si que sí, lo ultimo que recuerdo es a mi novia irse para el coche llorando, sin poder mirar atrás ya que no la dejaba. Lo único que pude hacer es sentarme al suelo a llorar, no podía hacer nada más. Recuerdo muchísima gente a mi alrededor, muchísima. Gente diciendo: ¡DEJARLA EN PAZ JODER, LA AGOBIÁIS! ¿Qué te pasa Rebeka, que ha pasado? ¡Joder… la que se ha liado!
No se el porqué, me levanté, fui a una farola y empecé a pegarle patadas y puñetazos, después a un árbol exactamente lo mismo.
Ella lo estaba viendo todo desde el coche, ya que aun no se habían ido.
Me senté en un banco a tranquilizarme, a lo que paso el padre, sin mirar, como es normal.
Mis amigos Sandra y Miguel Ángel, me dieron la opción de ir al trabajo del padre, a hablar con el. A ver si se podía entender algo.
Yo me esperé en las escaleras, pensando que no podía estar pasando, que eso tenía que ser una pesadilla.
Los escuché bajar.
¿Qué tal ha ido, que ha dicho? Dije con alguna esperanza.
Que ella es más de ellos que tuya, que lo siente, pero es así.
Subí al autobús, no sabía que hacer. Sinceramente, si me metía en casa iba a hacer alguna locura.
Llegué y me puse a llorar desconsoladamente. Puse la música a tope, para ser exactos, la canción de LightHouse Family – High (forever you and me) y As long as you love me de Justin Bieber.
¿POR QUÉ? Joder, ¿que he hecho de malo? ¿Le he hecho daño, le he pegado, la he puesto en contra de ellos, la he llevado al mundo del alcohol, al de las drogas, soy mala gente…? Lo que mas me molestaba era eso.
Que yo solo la estaba haciendo feliz, y por eso, solo por eso, me han separado de ella.
Fui al trabajo de mi tía, ya que trabajaba en un centro de psicología y logopedia, y necesitaba ir a algún centro no estar en casa. Me dijeron que lo que había hecho la madre era denunciable, que un adulto no puede hablar a una menor amenazandola, pero yo no quería liarla más. Aunque fuí idiota por no denunciarla.
No podía parar de llorar, no me había pasado JAMÁS algo similar, jamás.
Llegué a casa tras tranquilizarme un poco, no podía dormir.
Ella no tenía ni móvil, ni ordenador, ni nada que pudiera hacerme saber como estaba. Aunque era obvio su estado.
Hablé con su hermana, y me dijo que no iría al instituto al día siguiente, que estaba castigada sin ir al instituto. ¿Suena irónico, no?
No pude dormir en toda la noche, me levanté de la cama a las 07.00 de la mañana, encendí el ordenador, y puse a reproducir la canción As long as you love me, una y otra vez. Fue mi mayor apoyo.
Fuimos dirección al instituto, mi madre, mi tía y yo, para hablar con la directora de lo que había sucedido. Estaba hundida, sabía que hoy no la vería, fui a la frutería a comprarme una manzana, ya que no había comido nada de nada desde el día anterior a las 14.00 horas.
Decidí ir a dejar la mochila arriba a clase, por el pasillo me iba encontrando a gente, me paraban. ¿Qué tal estas? ¿Mejor?
No podía disimular mi cara, hinchada, ojeras… No no estoy bien, gracias. He de ir a dejar la mochila, contestaba.
Cuando estaba llegando al final del pasillo, dispuesta a girar ya para entrar al pasillo de mi aula…

Esta genial n te conozco de nada pero eres sin duda una buena escritora y n dejes q nadie te separe de la felicidad :))
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