Me sentía como en una nube, nunca antes me había pasado algo similar.
Al fin bajó Sandra, y digo al fin, porque estaba muerta de la vergüenza y muy cortada. Ellas dos empezaron a hablar, yo me suponía que del beso, de que había pasado al final, si le había gustado, si había aclarado sus sentimientos, etc.
Yo la noté tan rara, no sé… no me miraba, no me hablaba, ese día era cuando se iba a determinar si entre ella y yo habría algo mas, o eso se quedaría en tres besos y fin.
No quería desanimarme tan pronto, pero yo veía que algo no iba bien. ¿Después de eso por que no me hablas, ni me diriges una mirada?
Buf ya la he perdido, tenía una sola oportunidad y la he desaprovechado por completo, ahora ya no hay vuelta atrás y las posibilidades que tenía ya no las hay, no entiendo que habré echo mal…-pensaba sin parar.
Al día siguiente, para sorpresa mía, en vez de darnos dos besos, nos dimos uno (supongo que me entendéis), para mi eso fue un shock, perfecto, estaba todo bien. No la había cagado.
Llegó el día del túnel del terror que hacían en Bellvitge, sinceramente, no recuerdo la fecha. Juraría que era el día después de los tres besos, aunque no estoy muy segura.
Pero creerme que la fecha no es lo más importante para mí.
Estábamos esperando para entrar en el pasaje (yo en verdad estaba cagada por entrar, no quería, sinceramente) pero digo, Rebeka, no te rajes, que si entras tienes posibilidades de decirle va no tengas miedo, y la abrazas (todo planeado, si) aunque seguro que la única que hubiera tenido miedo ahí dentro, hubiera sido yo… jaja
Cuando estábamos a nada de entrar, me dijo que no quería entrar, yo le insistía en que si, que no pasaba nada que yo entraba que no me importaba.
Al final, me convenció y nos fuimos a dar una vuelta. Estuvimos hablando, estaba muy a gusto con ella, como para no estarlo.
De repente llegamos al Parque Nuevo, un parque bastante grande de Bellvitge. A lo que iba hablando, se para de golpe, y me besa. La miré, y le devolví el beso. No podía creerlo, no puede ser verdad. Y nos empezamos a besar, era tan bonito, era de noche, detrás de unos árboles y la única luz que había era de una solitaria farola que estaba detrás nuestra.
Me flojeaban las piernas, y estábamos en una pequeña cuesta de césped, que por poco pierdo el equilibro, y rompo todo el romanticismo que había. Finalmente, la abracé, la abracé lo mas fuerte que pude. Era hora de irme a entreno, tenía fútbol. Maldigo el día en el que decidí empezar a hacer futbol. Si no fuera porque tenía un compromiso, me hubiera quedado allí con ella mas tiempo, pero no importa.
Me acompañó hasta el polideportivo de mi equipo, y se quedó un rato viéndome entrenar. Luego tubo que irse, era bastante tarde ya.
Gracias, gracias por esa tarde.
Todo iba sobre ruedas, esto no ha hecho mas que empezar pequeña.

Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada