divendres, 18 d’octubre del 2013

Capítulo XVII: La conversación

Fui a dormir bastante preocupada, ¿Qué narices había sucedido?
Haber si es que le ha pasado algo y por eso se le ha desconectado el móvil. Paso el día entero y yo no sabía absolutamente nada de ella, NADA. Al cabo de tres días, es decir, el día 11, sonó mi móvil. Era un whatsapp, pero yo estaba tan cansada de abrir el móvil y ver que no eran de ella, que decidí no mirarlo. Después de unos cinco minutos por curiosidad miré… y efectivamente era ella. Maldita sea la hora en que no quise mirarlo desde un primer momento.
No pasa nada, seguía en línea… os voy a escribir la conversación;

Mar: Amooooooor, vida:’( joder tío me dejan esto solo media hora o así para hablar contigo. Te he escrito un montón de cartas. Tengo una mala noticia… hoy me voy a mi pueblo. Pero es por mi bien, es para coger fuerzas porque si sigo aquí haré una locura y no quiero. Contéstame por dios!

Rebeka: Pf mi vida joder.. no estaba, pf…¿allí podrás hablar? Pf te amo joder Mar, te amo

Mar: Rebeka en estos días no me dejaran el móvil pero a partir del 18 si, de todas formas te llamaré desde una cabina.

Rebeka: Vale pf… es que no se que decir… pf, como estás? Ayer iba a ir a verte, pero me dijeron que si iba se lo iban a decir a tu madre. Iba a ir a verte aunque fuera al balcón.

Mar: Mal estoy mal..

Rebeka: Enserio, pase lo que pase, un mes dos o tres, voy a estar vale? Pf, enserio nunca lo dudes, nunca!

Mar: ¿Lo que haga falta? Porqué yo si y estos días me he dado cuenta

Rebeka: ¿Cómo? ¿Lo que haga falta de que? No me entero. [Tuve un pequeño lapsus ahí]

Mar: Que si me esperaras lo que haga falta

Rebeka: OBVIAMENTE JODER MAR, ES QUE NO LO DUDES. COMO SI TENGO QUE ESPERAR AÑOS ES QUE ME DA IGUAL.

Mar: Yo me rayaba y pensaba, la Rebeka estará mal se pensara que no la quiero, que no quiero hablar con ella, y por eso no le hablo. Yo que se, me montaba unas paranoias. Y unos panzones de llorar día y noche.

Rebeka: Pf ¿no pienses eso porque se que no es vale? Joder Mar…
¿Tu hermana tiene móvil?

Mar: No, nos lo han quitado a las dos. De todas formas hasta el domingo podemos hablar una hora y media al día si me porto bien.

Rebeka: ¿Si? ¿Y eso? Pf lo necesito enserio “jefa”…
Mar: Te he escrito, te estoy haciendo un dossier con portada y todo jajajajajajaja

Rebeka: ¿Te dejan tus padres?

Mar: No, pero m’es igual

Rebeka: jajaja a vale!! ¿Y como es que te dejan el móvil?


Mar: Porqué me desespero si no, solo quería que no pensaras nada, que solo estoy castigada. Cuando te llame te lo cuento todo!

[[Continuará....



dilluns, 14 d’octubre del 2013

Capítulo XVI: De mal en peor

El verano prometía ser una grandísima mierda, aunque en un principio, iban a dejar vernos. O eso se suponía… Pero no, finalmente todo eso fueron palabras que no se cumplieron.
¿El por qué? Porqué sucedió una cosa bastante fuerte, para decirlo de una manera.. que no me parece correcto ponerlo aquí, así que mejor lo dejamos en que paso una cosa bastante fuera de lo normal, que hizo que la opinión de vernos Mar y yo en verano cambiara.
Así que lo único que nos quedaba era vernos a escondidas, hablar por Facebook y WhatsApp y poquísimo más.
Un día de verano, no recuerdo cual fue, solo sé que hacía poco que se había acabado el colegio, por lo tanto, no hacía mucho que no nos veíamos.  Pero para mi era demasiado, ya que la solía ver día tras día.
Yo la verdad es que necesitaba estar con ella, los días de rutina no me daba cuenta, ya que estaba a todas horas a su lado, y sabía que la tenía a 10 pasos de mi clase.
La necesitaba porque para mi ella era, es y será mi apoyo. Y yo no estaba pasando un buen momento, mis padres se separaron, mi tía tuvo cáncer, y mi abuelo falleció, no… no era un buen momento. Y de repente, de un día para el otro, también dejo de verla. Pues yo creía que me hundía, y sabía, y tenía el presentimiento de que iba a ser una mierda de verano. No me iba a equivocar. Después de que acabara el colegio, solo la había visto dos veces, y ahí se iba a quedar la cosa.
Una noche como cualquier otra, se conecto eso que eran 3 de la madrugada, ya que había estado borde conmigo todo el día, y yo estaba bastante preocupada. Se conectó, y eso me hizo extrañarme tanto, que creí que me iba a dejar. Me puse a llorar, y ella no entendía nada (estábamos en la cámara web).
Me tranquilizó, diciéndome que no pasaba nada, que estaba conectada porque le sabía mal haber estado “borde” conmigo, y mira…
Estábamos hablando, con la cámara puesta, yo con el miedo de que su madre la pillara con el ordenador por supuesto. Porqué a las 22.00 ella ya no podía estar con internet.
Eran las 4 de la madrugada, cuando ya se estaba despidiendo. Que oigo un:
¿Qué estas haciendo? Y oigo como la tapa del ordenador se cierra de golpe.
No puede ser, la había pillado. La había pillado con el ordenador… me quedé en shock toda la noche, esperando que se conectara, aun sabiendo que no lo haría.
Lo que nos faltaba, ahora que la hubiera pillado hablando conmigo a las tantas de la noche.
No pude dormir en toda la noche, no pude… Y por lo visto, ella tampoco.
Al día siguiente, se conecto a través de WhatsApp, le habían quitado el ordenador, así que el vernos por Cam también se había acabado.
Los días los íbamos pasando lo mejor que podíamos, echándonos de menos mutuamente, e intentando hacerlo lo mas ameno posible.
Hasta que un día, para ser exactos, 8 de Julio de 2013 a las 20.38, dejo de hablar sin saber porque. Me quedé bastante desconcertada, no sabía que hacer, no entendía nada. ¿Qué le habría pasado? ¿Otra vez le habían pillado?
Tenía el presentimiento de que no volvería a hablar con ella hasta dentro de mucho tiempo.





dissabte, 5 d’octubre del 2013

Capítulo XV: Todo esto es muy duro… mucho.

Todo el año pasó más o menos igual, no había ningún tipo de cambio.
El año pasaba tan deprisa… aunque fuera ir al colegio, madrugar, aburrimiento, etc… yo no quería que acabara ese año, porque sabía que lo que iba ha ocurrir luego, no sería para nada  de nuestro agrado.
Iba ha llegar el verano, eso suponía no vernos. Para mi era un martirio el pensar que el año que viene no la vería todos los días, incluso que ha lo mejor la veía una vez a la semana o menos.
Llegó el mes de Junio, el miedo  se apoderaba de mi, y creo que de ella también.
Ya quedaba menos para que acabara la escuela. Yo tenía claro que el año que viene no iba a seguir allí, ya que no estaba dispuesta a seguir allí más tiempo.
Ella tampoco iba a quedarse, o bien porque no podría estar en el instituto sin mi (todos los recuerdos) o por que no le iban a dejar quedarse por esa zona, sabiendo que estaba yo.
Se acercaba cada vez mas el fin, la hora de despedirnos de esa escuela, la hora de despedir los días enteros juntas, los patios abrazadas, cuando me esperaba en la esquina del colegio a que llegara del bus, la hora de no volver a escuchar mas sus gritos a las 8.25 de la mañana, que aunque me ponían de mala leche, me encantaban. No volver a verla al salir de clase, no poder pensar: mañana la veo de nuevo, se me caía el mundo encima solo de pensar todo eso.
Llegó el día de la última excursión que teníamos con el colegio, íbamos a la piscina. Después de esa salida, llegaba el momento de despedirse. De despedirse sin saber cuando nos volveríamos  a ver. No podía pensar en el momento en el que veía como se iba sin saber cuando volvería a verla. Era demasiado para mi. Después de 9 meses viéndola día tras día, 9 horas diarias. ¿Qué haría sin ella? No lo sé.
Pasamos toda la hora sentadas en la toalla, hablando y aprovechando TODO el tiempo posible.
¡VAMOS RECOGER, SON LA UNA, HEMOS DE IR PARA EL COLEGIO YA!
Mi estomago dio un vuelco, mi garganta noto el típico nudo que sientes cuando quieres llorar, note como el cuerpo por dentro estaba frío (me sucede siempre que me asusto, o sé que va ha suceder algo que no me gusta). Recogimos todo, y llegamos al paseo donde ella ya se tenía que ir porque la estaban esperando en el coche.
Se paró en seco delante del coche de su padre, en el que estaba el dentro, y me abrazó. Al instante se puso a llorar como nunca antes la había visto.
Le dije que se tranquilizara, que yo nunca iba a dejar que no nos viéramos en mucho tiempo, y que la amaba. Estuvimos abrazadas unos cinco minutos, y no exagero. La gente pasaba por alrededor y nos miraba extrañados, pero no me importaba, para mí en ese momento, solo estábamos ella y yo, y lo que opinaran los demás,  estaba de más.
Va márchate, has de irte. Te están esperando…
Le dije, cuando ya noté que iba a ponerme a llorar y no quería, porque tenía que mostrarme fuerte, si yo lloraba, ella se hundiría el doble, y eso no es lo que quería.
Me mató tanto verla llorar de esa manera, de verdad, es lo peor que he podido vivir. Ver a la persona que quieres, que amas, llorar de esa manera… y por ti, no sé, no puedo explicarlo. Es muy doloroso.
Nos abrazamos muy fuerte, en señal de que ya se tenía que ir.
Te amo muchísimo.- dijo
Yo muchísimo mas y lo sabes.
Y se fue, y yo me fui lo más rápido posible, sin mirar atrás, porque sabía que si miraba iba a ir corriendo detrás de ella de nuevo. Me giré de golpe para ver si la veía, pero ya no estaba.
Ya no la veía.
Hasta… hasta no se cuando, pensé. Te echaré de menos.